A la muy putita de mi ahijada le da por provocarme enviándome videos que se hace con el celular y que luego me los hace llegar por WhatsApp, diciéndome «un regalito, padrino. A ver cuándo se anima». Tanto estuvo chingando la mocosa con esos videos calenturientos, que un día que los compadres no estaban en casa, no me quedo otra más que arrinconarla en la cocina, bajarle los calzones, abrirle la blusa y amazar las enormes tetas que tiene, meterle mi pene y entonces sí, mostrarle lo que es ser padrino. ¡Faltaba más!
- Compartir
-

-
