A ver a cuál me cojo, pero mis dos cuñaditas están para que me las arrincone un día y les dé su buena cogida de tanto que se andan faroleando por la casa, bailando y moviendo sus nalgas de manera provocativa, nomás para que las vea y me ponga como me ponen: ¡bien caliente! Las condenadas chamacas, que ya andan sobre los 20 y 21 años, tienen mejor culo, chichis y cuerpo que su hermana con la que me casé, que por cierto nomás no acaba de arrancar en la cama…
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